sustancia”. Esto no querrá decir que estén compuestos del mismo “material”: daremos a entender que si bien son distintos, son uno y el mismo Dios. Todo lo que Dios es, el Padre lo es. Todo lo que Dios es, el Hijo también lo es. Todo lo que Dios es, el Espíritu Santo lo es. Cada uno es todo aquello que Dios es. Cada uno es Dios en el mismo sentido: de la misma esencia, ser o sustancia. Sin embargo, Dios es indivisible. Expresémoslo de otra forma para subrayar lo que estamos diciendo. El Padre es Jehová,
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